jueves, 31 de agosto de 2017


TALLER DE COMPRENSIÓN 11°


EL MUDITO ALEGRE
Tardaron mucho en darse cuenta de que Damiancillo era mudo. Cuando sus padres se enteraron, lo comunicaron a los demás once hermanos, y luego a los demás ciento catorce vecinos, con lo que todos en el pueblo se pusieron muy tristes. Tardaron mucho en darse cuenta de que Damiancillo era mudo. Cuando sus padres se enteraron, lo comunicaron a los demás once hermanos, y luego a los demás ciento catorce vecinos, con lo que todos en el pueblo se pusieron muy tristes.

Un día se dieron cuenta de que Damiancillo hablaba por señas, y corriendo lo comunicaron a los once hermanos, y luego a los demás ciento catorce vecinos, con lo que todos en el pueblo se llenaron de sorpresa y alegría. Continuamente la casa estaba llena de personas que trataban de entender los gestos de Damiancillo, tan risueño siempre, tan locuaz de manos y de miradas.

Poco a poco, los padres y los once hermanos aprendieron a entenderse con el pequeño por señas; en seguida pasaron a entenderse por señas también entre ellos, y llegó un momento en que no cruzaban una palabra, sino gestos tan solo. Mientras tanto, los vecinos, de ir y venir a la casa, pero sobre todo, de ver al padre y a los once hermanos, habían aprendido aquella forma de hablar, y no utilizaban otra cuando estaban con ellos. Hasta que dejaron todos, todos, de usar palabras, en cuanto Damiancillo comenzó a salir a la calle y a correr por el campo. En las eras, en el paseo de los álamos, en el fregadero, en la plaza, en la misma iglesia, solo por señas se comunicaban las gentes de aquel bendito lugar.

Una mañana, por el sendero pino y pedregoso, sudando bajo el peso del sol y del saco abultado, llegó un cartero nuevo. Le sorprendió encontrarse con un pueblo de todos mudos, y preguntó la razón de algo tan chocante. Se lo explicaron, y su asombro fue mayor aún al saber las razones. Dijo que quería conocer a Damiancillo, pero el niño estaba en las eras, corriendo y jugando, como siempre, de un lado para otro.

Entonces el cartero nuevo se encaramó por las piedras musgosas de la fuente, y puesto en pie comenzó a tocar la trompeta para congregar al pueblo entero. Cuando todos estuvieron en su torno, dijo, con voz alta y clara:

-Yo no soy, amigos, el cartero nuevo que suponéis, sino el ángel que el Señor envía con sus recados más importantes. Me llamó el Señor y me dijo: "Hay un pueblo en el que todos están llenos de caridad. Ve, comprueba si es cierto, y, si lo es, diles que Yo me complazco en ellos y los bendigo". Por eso estoy aquí, con vosotros. Todavía el Señor me hizo otro encargo: "Para mostrarles cómo mi corazón se conmueve con su bondad, diles también que les concedo la gracia que, por boca de su buen alcalde, quieran pedirme".

Se adelantó el buen alcalde, gordo y meditabundo. Era persona que pensaba mucho las cosas antes de decirlas, y pasó un rato en rascarse la frente, palmearse la faja, fruncir las cejas y cepillarse a manotazos la barba, sin decir, esta boca es mía. Pero, eso sí, cuando se decidió, fueron sus razones de gran peso:

Señor Ángel de Dios, si una gracia hemos de pediros, es que la próxima vez que nos transmitáis un recado no lo hagáis de palabras, sino por señas. Anda por ahí Damiancillo, ya sabéis, y podría ponerse triste oyéndoos... ¡Habláis tan bien, tan de seguido!
Y esto lo dijo el buen alcalde, por señas. 
1. según la estructura textual y contenido del relato anterior, este corresponde al texto:
a.       Informativo
b.      Predictivo
c.       Instructivo
d.      Narrativo
2. con la expresión “sin decir esta boca es mía”, el autor del cuento pretende
a.       negar mediante el silencio lo que va a decir a continuación
b.      reafirmar con el silencio lo que va a comenzar a decir
c.       complementar la información que va a comenzar a emitir
d.      contradecir lo que va a decir
3. de acuerdo con la tipología textual anterior, NO serian elementos literarios de este libro:
a.       narrador y personajes
b.      tiempo y espacio
c.       moraleja y epígrafe
d.      narración y diálogos
4. El cartero nuevo se presentó luego como el “Ángel que el señor envía” porque
a.       Como cartero no había tenido la atención del pueblo y de damiancillo
b.      Quería ser el líder de ese grupo social
c.       Quería escuchar la voz de alguien del pueblo pronunciando palabras
d.      El señor lo había mandado a conceder un deseo.
5. El alcalde expreso su petición en lenguaje de señas para que
a.       Damiancillo no se sintiera mal al escuchar al cartero hablar.
b.      El cartero no entendiera lo que realmente deseaban
c.       El ángel del señor le enviara el mensaje a su destinatario
d.      El cartero aprendiera también lenguaje de señas.
6. la pensada respuesta del alcalde se constituye en
a.       Una justificación del actuar del grupo social
b.      Una consecuencia lógica de la comunicación no verbal
c.       Un pretexto para enseñar lenguaje de señas
d.      El destino inevitable del actuar del pueblo.
7. En relación con la realidad de los grupos sociales, el texto en su totalidad presenta una figura literaria llamada
a.       Personificación, que es propia de las fabulas.
b.      Onomatopeya, palabra que nace de un sonido
c.       Ironía, ya que expresa algo de manera contraria.
c.       Símil, porque compara dos seres o realidades en sus características.
 16. la estructura de este texto narrativo se estructura así:
a.      Personajes, situación, problema, acción y desenlace.
b.      Personajes, inicio, nudo, desenlace
c.       Inicio, clímax, desenlace.
d.      inicio, personajes, inicio, clímax, final.

Responda a partir de la siguiente lectura
¿POR QUÉ MI HIJO NO SE HA LEÍDO EL QUIJOTE?
Me increpa un padre de familia a la entrada del colegio. –Profe, me dice, ¿por qué mi hijo no se ha leído el Quijote? Yo a su edad, ya me había leído el Quijote, la Eneida, La Ilíada, la Vida es Sueño y dos o tres libros de Shakespeare, y hasta me sabía capítulos enteros de memoria.
Le digo que me regale unos minutos de su tiempo, y con gusto le cuento que es lo que hacemos ahora en las instituciones educativas.
-¡Nada!-, me dice. Ahora no enseñan nada.
Y comienzo a explicarle que ahora, no enfocamos el trabajo de literatura en leer muchos libros, sino en que el estudiante aprenda a leer bien. Lo que nos importa en el colegio, es que el niño o el joven, tenga competencias lectoras. Una vez, el muchacho sabe leer bien, de manera autónoma puede buscar los libros que nosotros le orientamos, pero no le exigimos cuál libro tiene que leer. En otras palabras: el estudiante, de acuerdo a su vocación puede escoger el libro que quiera leer.
El señor, con el ceño fruncido y rascándose un carrillo de su regordeta cara con la lengua, me indica que necesitaba una mejor explicación del significado de “educación por competencias”. Y es lógico, a veces ni los mismos maestros entendemos bien en qué consiste todo este rollo de las competencias.
-Mire, mi estimado señor-, comienzo. La educación de hoy con el asunto de las nuevas tecnologías, la globalización y el internet, ha cambiado mucho. El mundo ya no es el mismo en el que usted y yo, cuarentones ya, nos educamos.  Ahora la única realidad es el que el mundo cambia de manera acelerada y tenemos que educar a nuestros niños para estar acorde con esos cambios-. El padre toma aire, me acepta la invitación a sentarse y se cruza de brazos.
-Los muchachos de ahora tienen nuevos intereses; por lo tanto, si la escuela quiere captar su atención tiene que avanzar con ellos.  Y si bien es cierto que somos profesores formados en el siglo pasado para enseñarle a jóvenes del siglo XXI, nos estamos acomodando a las nuevas circunstancias.
El hombre cruzó las piernas y comenzó a mover el pie que le quedaba en el aire con impaciencia. Hice una pausa, le regalé una sonrisa para calmarlo, le ofrecí un chicle que me recibió con avidez y continué.
-Los planes de estudio que tenemos hoy en día son muy flexibles, sin desconocer unos estándares básicos, es decir, unos temas concretos que se nos exige observar y evaluar. Ahora nos enfocamos en que los muchachos aprendan a solucionar problemas.
-La idea, mi  señor, es que los muchachos aprendan a estudiar de manera autónoma, por sí solos, de manera independiente. En esa medida, el mundo puede cambiar, pero el muchacho estará siempre dispuesto y con los conocimientos necesarios para aprender por sí solo. ¿Me capta?-.  Y movió la cabeza como diciendo más o menos. Respiro hondo, y continuo.
-La palabra “competencias” engloba una educación en torno a la integración de conocimientos, habilidades y actitudes; que a su vez tienen que ver con los valores y la reflexión centrados no tanto en la memorización, sino en el desempeño, es decir en lo que el muchacho es capaz de hacer con el conocimiento que tiene. Entonces, las competencias sirven para que el estudiante aprenda a solucionar problemas cotidianos de manera positiva y eficiente con lo que sabe.
Por fin sonríe un poco y mueve la cabeza afirmativamente, sin decir nada.
-Para evaluar las competencias de un estudiante lo juzgamos desde un estándar. Y estándar ya le dije, es lo que las autoridades educativas, como el Ministerio de Educación, nos piden que enseñemos. Un estándar es lo que el estudiante debe saber para resolver equis o ye problema. ¿Me capta?
-¿Y allí termina el trabajo del profesor?-.
-No, no señor. Las competencias y los estándares son la base de nuestro trabajo. Pero desde allí, desde los conocimientos esenciales que son los estándares, comenzamos a formar habilidades de comunicación, de lectura, de razonamiento, en fin… y todo eso lo hacemos de manera permanente.
-¿Y cómo es que enseñan ahora?-. A pesar del tono despectivo, la pregunta me indicó que ya nos comenzábamos a entender.
-Lo que pasa, le dije-, es que antes la educación se centraba en el profesor y en la enseñanza. Ahora nos enfocamos en el ser de los estudiantes. En planear la clase pensando para qué le va a servir ese conocimiento al muchacho. Ya no exigimos aprender todo de memoria. Ahora nos centramos más en los resultados, en la funcionalidad de los conocimientos. Y cuando logramos que un estudiante “aprenda” a aprender, es lo máximo, la dicha total.
-Y para calificar, ¿cómo hacen?
-Ya no calificamos, ahora evaluamos.  Y estamos pasando de los exámenes de papel y lapicero a reconocer otras formas de demostrar que se tienen conocimientos básicos sobre un tema. (Y como dejó de masticar y estiró la boca hasta tocarse la punta la punta de la nariz con los labios, me apresuré a decirle).  Mire, mi señor. Todo esto es muy complejo, es cierto, pero no estamos dejando a un lado lo fundamental de la educación, no hemos dejado de hacer y preocuparnos por los temas de siempre. Seguimos ofreciendo temas clásicos y fundamentos teóricos y jamás dejaremos de preocuparnos por reforzar lo que los padres enseñan en casa: los valores, la convivencia, el amor por el conocimiento… es solo  que nos reinventamos para asumir la realidad compleja y cambiante que nos tocó vivir.  ¿Estamos?
-No, profe. En realidad sigo sin entender por qué mi hijo a su edad y a su nivel no lee. Se la pasa pegado a computador mañana tarde y noche, y nunca lo veo con un libro entre las manos.
-A ver… – Y parpadeo para llenar mi espíritu de paciencia y con una sonrisa trato de explicarle.
-¿Qué creé que se la pasa haciendo su hijo en el computador? Tranquilo, yo le digo. Se la pasa leyendo. Si, leyendo. Su hijo es un gomoso de la lectura. Sí claro, tal vez no está leyendo el Quijote, como quisiéramos sus profesores o su papá, pero si se la pasa toda la tarde y todos los fines de semana leyendo, creo que lee más de lo que leía usted en su tiempo. Tal vez no lea un  solo libro, pero a lo mejor está leyendo, escribiendo y aprendiendo lo que necesita saber y entender para el siglo XXI.  Es solo cuestión de re-orientarlo, de convencerlo de la bondad que tiene leer el Quijote para que lo lea de manera virtual. Pero de leer, su hijo lee bastante señor.
1.       Este artículo fue publicado en el espacio de los blogs de la versión virtual de un periódico nacional; con respecto al contenido de este texto se puede afirmar que el autor
a.       Conoce y defiende las nuevas didácticas del lenguaje en la escuela.
b.      Critica abiertamente las antiguas formas de enseñanza en la escuela.
c.       Desconoce las metodologías modernas de enseñanza en la escuela.
d.      Es experto en obras literarias y su enseñanza en la escuela.
2.       El artículo se ocupa fundamentalmente de la:
a.       Similitud entre las metodologías tradicionales y las nuevas formas de enseñar a leer.
b.      Relación entre las formas de enseñanza y la lectura en la escuela.
c.       Diferencia entre didáctica y pedagogía
d.      Relación entre evaluación y competencias en la educación
3.       En el texto, con el enunciado “El mundo ya no es el mismo en el que usted y yo, cuarentones ya, nos educamos ,“ se:
a.       Instruye la forma de evaluar hoy en día
b.      Predice la forma como se educa hoy en día
c.       Afirma que son viejos y el mundo ha cambiado
d.      Advierte la forma de enseñar en las escuelas públicas
4.       El padre del estudiante cuestiona durante toda la conversación fundamentalmente:
a.       ¿Por qué las escuelas y los colegios no enseñan lo clásico?
b.      ¿Por qué los profesores no califican?
c.       ¿Por qué su hijo no es un asiduo lector?
d.      ¿Por qué los maestros usan las nuevas tecnologías?
5. De los argumentos del maestro al padre de familia, se puede concluir que la educación:

a. Actualmente se preocupa por saber-hacer en contexto.
b. De hoy en día olvidó los exámenes y los test.
c. Hoy en día está centrada exclusivamente en el estudiante.
d. de la nueva era va a echar al olvido, los textos literarios.

6. según el texto ¿Qué diferencia hay entre calificar y evaluar?
a.       Evaluar es más completo y complejo que calificar
b.      Evaluar es reconocer otras formas de demostrar lo que se aprendió
c.       Evaluar es una actividad de lápiz y papel
d.      Evaluar no es mejor que calificar

7. De la frase “nos reinventamos para asumir la realidad compleja y cambiante que nos tocó vivir”, se puede inferir que:
a.       Las escuelas y colegios rechazan los estándares del ministerio de educación.
b.      La educación asume el reto de la globalización y la tecnología cambiando la forma de calificar.
c.       Los maestros deben cambiar sus metodologías de acuerdo con los cambios de las generaciones
d.      Los padres se reúsan a modificar el mundo que les tocó vivir.
8. por la manera como se presenta la información en el texto, se podría decir que en él predomina un discurso:
a.       Informativo
b.      Poético
c.       Narrativo
d.      Argumentativo